TIPO: Saga || COLECCIÓN: Spiderman 60 Aniversario || EDITOR: Panini Cómics España (Torroella de Montgrí, Girona, España) || GUION: Peter David || DIBUJO: Rich Buckler, Sal Buscema || ENTINTADO: Brett Breeding, Josef Rubinstein, Kyle Baker, Pat Redding, M. Hands, Vince Colletta, Sal Buscema || COLOR: Bob Sharen, George Roussos, Nelson Yomtov, Janet Jackson || FORMATO: Cartoné (tapa dura), 176 pp., il. col., 26 x 17 cm || ISBN: 9788411019248 || EDICIÓN ORIGINAL MARVEL: «The Spectacular Spider-Man» #107-110 (octubre, 1985-enero, 1986) y 134-136 (enero-marzo, 1988).
El Comepecados, un psicópata provisto de un pasamontañas y una escopeta, asesina a la capitana del Departamento de Policía de Nueva York Jean DeWolff. Spiderman jura encontrar al que ha acabado con la vida de su amiga, pero la investigación no será nada fácil y el Comepecados prosigue con su «misión» ejecutora.
Esta es la base argumental de la «La saga del Comepecados», con la que el guionista Peter David busca dar la sensación de que los asesinatos en serie están provocando una conmoción social, y para ello, desde el arranque, trata de mostrar el conflicto desde distintos puntos de vista, enredando asimismo el misterio para que no quede tan claro quién es el asesino.
El primer falso culpable es Emil Gregg, el vecino enfermo mental del verdadero asesino que se pasaba las noches oyendo a través de la pared los planes del perturbado en cuestión. Y en vez de llamar a la policía y explicarles la situación, el bueno de Emil demostró que andaba también fatal de lo suyo pensándose que aquello eran voces que había dentro de su cabeza, una especie de fuerza mística que le decía a quién y cómo debía matar. En un principio se resistió y no salió a matar a nadie, pero cuando vio en las noticias como habían asesinado a DeWolff, dio por hecho que la había matado el mismo en una mala noche y se plantó a confesar al crimen al cura de su barrio. Y ojo, salvo una breve aparición para volver a confesarse, el personaje no vuelve a aparecer hasta dos números después cuando pierde la cabeza del todo y asalta el «Daily Bugle» emperrado en cargarse a su editor, J. Jonah Jameson.
El otro falso culpable es el reverendo negro Jackson Tolliver, que aparece por primera vez en una escena bastante incómoda en la que se sorprende de que Jameson se preocupara por los asesinatos de varios niños negros en Atlanta, a lo que este responde: «¿Por qué le extraña, es que es usted racista?». En el siguiente número, Tolliver asomaría en el funeral de Jean DeWolff para ser entrevistado por Joy Mercado (periodista del «Bugle» que salía en la serie del Caballero Luna y que Christopher Priest acabaría «adoptando» para Spiderman) y el reverendo sigue con su campaña en contra de la incompetencia y el racismo de la policía. Y con esa cantinela insiste en su última aparición en el tercer número de la saga, cuando, tras el asesinato del confesor de Gregg, aparece en televisión quejándose del poco éxito policial y preguntándose si el hecho de que la última víctima sea negra no provocará que la policía pierda interés en el caso, mostrándonos una viñeta del propio Tolliver viéndose en la televisión con los pies encima de la mesa, una sonrisa de oreja a oreja y brindando con cerveza por su ocurrencia. Independientemente de ser una pista falsa que pone encima de la mesa temas como el Black Lives Matter treinta años antes (aunque el desinterés policial en Estados Unidos por la víctimas negras ya se vio claramente, entre otros casos, en el del asesino en serie Jeffrey Dahmer, el caníbal de Milwaukee), lo cierto es que Tolliver es retratado como un tipo bastante oportunista y hasta antipático, y su presencia, fuera de añadir ciertas pinceladas del sentir público, es completamente irrelevante.
*** SPOILER ***
Y finalmente tenemos al último personaje creado para la ocasión y verdadero culpable, Stan Carter. Carter está caracterizado como el viejo policía veterano, y su diálogo parece extraído directamente de series de la época de Steven Bochco, como «Canción Triste de Hill Street». Reservado y con un punto de cinismo, Carter tiene muchísimo más diálogo y viñetas que cualquier otro de los sospechosos, con lo que no es de extrañar que acabe siendo el culpable. Su relación con Spiderman, si no llega a ser cordial, es una de comprensión mutua y tolerancia, aunque no por ello deja de vacilarle cuando el Comepecados se le escapa en su jeta o aprovecha a darle lecciones sobre lo que culturalmente es un «comepecados».
Antes que policía, Carter fue agente de SHIELD, trabajando en investigación y desarrollo. Se le inyectaron medicamentos experimentales para aumentar la fuerza y la resistencia, pero cuando el programa fue designado como demasiado peligroso, se suspendió. Carter se volvió violento y renunció a SHIELD, y eventualmente se convirtió en detective del Departamento de Policía de Nueva York. Después de que su compañero fue asesinado por varios criminales jóvenes, se obsesionó con matar a cualquiera que «pecó» abusando de la autoridad.
Por otra parte tenemos a Daredevil, que, por contextualizar, cuando acaba la saga de Comepecados se publicó el primer número de «Born Again» y la novela gráfica de Frank Miller y Bill Sienkiewicz «Love & War». Es un Daredevil más violento y que cruza alguna que otra línea, y por eso sorprende en parte su papel en la saga del Comepecados, a pesar de que el propio Priest ya hizo algún 'fill in' de Daredevil que se publicó justamente en esta época. Tras dos páginas de presentación, Matt Murdock (Daredevil) va al juicio de dos matones del principio del cómic como abogado defensor, consiguiendo que no los condenen por ser la primera infracción de todos ellos. Peter Parker (Spiderman) se enfada con Murdock porque está dejando que esa «basura» salga a la calle mientras este viene a decir que, aunque el sistema no sea perfecto, su labor es la de hacer que la ley se cumpla, cosa de la que toma buena nota el Comepecados cuando poco más tarde trata de matarlo mientras el letrado estaba hablando con el juez Horace Rosenthal, que es su amigo y exprofesor, pero como Murdock es Daredevil, el Comepecados es incapaz de acertarle y por eso se carga al juez, porque al fin y al cabo no deja de ser el que ha sentenciado que esos matones se vayan de rositas.
No queriendo comprometer su identidad secreta, Murdock deja escapar al Comepecados, que corre a la calle escopeta en mano y aterroriza a todos los vidantes con sus sermones.
Durante su fuga después de matar a Rosenthal, es atacado por Spiderman y mata a un espectador durante la batalla. Cuando Spiderman y Daredevil descubren que la próxima víctima del Comepecados será Betty Brant, el primer amor de Peter Parker, se apresuran a salvarla. Spiderman se enfurece y golpea al Comepecados casi hasta la muerte. Mientras lo transfieren a la prisión de la isla Ryker, una multitud vengativa, que incluye al padre de la capitana DeWolff, intenta lincharlo , pero Daredevil y Spiderman intervienen...
SUMARIO