EGIDIO EL GRANJERO DE HAM no tenía el aspecto de un héroe. Era gordo y de barba roja y disfrutaba de una vida lenta y confortable. De pronto, un día, un gigante bastante sordo y corto de vista entró por error en las tierras de Egidio. Más por suerte que por habilidad, el granjero logró asustarlo y echarlo. La gente de la aldea lo vitoreó: Egidio el granjero era un héroe. La reputación de Egidio se extendió a lo largo y a lo ancho de todo el reino. Por tanto era natural que cuando el dragón Chrysophylax visitó la comarca todos pensaran que Egidio el granjero era el único que podía combatirlo.
HOJA DE NIGGLE, escrita en 1939 en la pausa que siguió a la redacción de los primeros nueve capítulos de El Señor de los Anillos, cuenta la vida y muerte de un artista, pero es también una inspirada ejemplificación de una de las ideas fundamentales de Tolkien, la necesidad de que la obra de arte tenga "la consistencia interior de la realidad". La pereza, la falta de firmeza de Niggle son transformadas "del otro lado del túnel" en prontitud, orden, servicio, lo que cambia a la vez la visión fugaz del artista en "subcreacion", o creación derogada. La "Hoja" de Niggle es así parte de lo que Tolkien llama el Árbol de los Relatos, de follaje innumerable, en el que cada hoja es todas las hojas.
EL HERRERO DE WOOTTON: La conjunción benéfica del mundo de la fantasía y el mundo de los hombres se consigue y se pierde en una transmisión de poderes.\n\nCada veinticuatro años se celebraba en la aldea de Wootton Mayor la fiesta de los Niños Buenos. La ocasión era muy especial y se preparaba entonces una Gran Tarta que alimentaría a los veinticuatro niños invitados. La tarta era muy dulce y sabrosa y estaba toda cubierta de azúcar glasé. Pero dentro había unos ingredientes muy extraños y quienquiera que comiese uno de ellos conseguiría entrar en el País de Fantasía.\n\nUna deliciosa obra corta de J. R. R. Tolkien dedicada a los más pequeños.