Este libro relata los eventos de mayo de 1968 en Francia, cuando la represión policial de manifestaciones estudiantiles desencadenó un movimiento revolucionario masivo. Trabajadores y jóvenes se unieron en huelgas y ocupaciones, desafiando al gobierno de Charles de Gaulle. Clare Doyle analiza las causas de esta explosión social y los factores que llevaron a su derrota, argumentando que una dirección revolucionaria adecuada podría haber cambiado el curso de la historia.