En la iconografía Inca, Azteca, Maya, Mochica, y en todo el continente americano ( centro sur y mesoamérica ), era tenido como símbolo de fuerza y respetado en su encarnación de animal temido, ancestro totémico y forma de las fuerzas sobrenaturales comprendidas en cielo tierra e inframundo. Esta figura, mitad hombre mitad Dios, realizada en una mezcla de arcilla con tierra volcánica, probablemente mitificara la jerarquía de álguien cuyo poder estaba por encima del resto de la gente ( algún Chamán o persona tocada por el don divino, que le otorgaba la sabiduría y poder del hombre transformado en Dios ). Pieza muy interesante precolombina, posiblemente rota por alguno de los misioneros españoles en la conquista ( falta el resto del cuerpo ), dado el carácter mágico-jerárquico, que aún, hoy día, inspira su próximidad y observación. Mide 8 cm de alto