La casa se fundó en 1902, por el matrimonio Florencio Arandilla, conocido como "Corrales" y Eusebia Velasco. Inicialmente el establecimiento era una carnicería y no se asaba todos los días, únicamente los fines de semana, los días de fiesta y durante las ferias de ganado o madera, que en aquella época había unas 3 al año. Los visitantes, en su mayoría ganaderos y comerciantes, escogían el lechazo deseado y se les asaba en el propio establecimiento.