3 carteles nuevos de la firma Codorniu, en gran formato 1 metro x 0,70 cms. En su correspondiente porta rollos de la firma Codorniu.
Sobre el segundo cartel: Una mujer reclinada sobre un diván sujeta una copa repleta de un líquido de color ámbar. Esta es la imagen que trazó a finales del siglo XIX el pintor catalán Ramón Casas y que quedó finalista del Concurso de Carteles de Codorníu. Ámbar y espuma -así se llamó la obra de Casas- resumía en una colorida instantánea los signos de identidad de la marca de cavas: sofisticación y elegancia. El cartel inauguró una nueva manera de hacer publicidad en la que el arte se ponía al servicio de la publicidad.
La mujer ha sido una figura recurrente en los anuncios de Codorníu. Y también el género femenino era un recurso habitual en la faceta publicitaria del prestigioso pintor modernista Ramón Casas. Quizás por ello, su obra Ámbar y espuma se convertía en 1898 en finalista del primer Concurso de Carteles de la marca de cavas. El premio para el ganador de aquella primera edición ascendía a 1.500 pesetas, una cifra astronómica si tenemos en cuenta que aún quedaban dos años para llegar al siglo XX. Este primer premio fue para el cartel 3 del pintor Julio Tubilla.