Excepcional talla en madera policromada del Niño Jesús de escuela española de finales del siglo XVIII, época Carlos IV, obra cumbre de la mejor imaginería sevillana. Presenta una estilística postbarroca, en la que claramente se percibe el concepto de belleza ideal que Antonio Rafael Mengs había traido a la corte del rey Carlos III como el gran precursor del neoclasicismo en nuestro país y en toda Europa. La perfección y belleza anatómicas se manifiestan en ésta maravillosa escultura con escorzos elegantes y muy expresivos, de extraordinaria técnica y singular delicadeza en dedos y pequeños rasgos de gran finura. La sublime y candorosa dulzura que exhala el rostro del Niño Dios rebosa espiritualidad, y llega a una cota de esplendor y felicidad que hacen de esta obra un ejemplar único e inigualable, una escultura llamada a destacar entre las mejores obras de los mejores museos.
Sin duda su autoría se debe a un gran maestro de la escultura que desconocemos aún, y que habría de determinarse en un estudio que no se ha realizado.
El friso decorado a mano que presenta la base o peana, de corte arquitectónico y no barroco, exhibe la estilística característica que se usó durante el reinado de Carlos IV, y confirma la época de ejecución en las últimas décadas del siglo dieciocho.
Muy buen estado de conservación
Obra de inigualable belleza e interés museístico.
Obra con certificado de autenticidad y garantía de procedencia.
Medidas totales: 72 cm. Solo base: 12 cm.
Planta de la base: 23 x 23 cm.
Spagna (Sevilla)
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