D.A.F - DER MUSSOLINI / EL QUE - SINGLE 45 VINILO ORIGINAL PRIMERA EDICION 1982 VIRGIN

Deutsch-Amerikanische Freundschaft (Amistad Alemana-Americana) se formó en Düsseldorf Alemania a finales de la década de los años 70 por Gabriel “Gabi” Delgado-López (vocals), Robert Görl (drums, percussion, electronic instruments), Kurt “Pyrolator” Dahlke (electronic instruments), Michael Kemner (bass-guitar) y  Wolfgang Spelmans (guitar). Kurt Dahlke fué reemplazado por  Chrislo Haas (Liasons Dangereouses) en 1979.

 D.A.F. es una banda base en la historia del Techno Aleman y uno de los proyectos más influyentes en el universo del electro body music a la fecha y también lo fue en la llamada NDW ( Neue Deutsche Welle / Nueva Ola Alemana ), movimiento musical surgido en Alemania entre 1976 y mediados de los años 80 y que originalmente fue una mezcla del punk rock y el new wave y la totalidad de sus letras estaban cantadas en idioma alemán.

El estilo de DAF es extremadamente único y quizá sin ellos nunca hubieran existido bandas tan importantes como Front 242 o Nitzer Ebb. De echo es por ellos que el nombre Electronic Body Music nació, cuando en una entrevista al tratar de describir su música utilizan el termino “Körper Musik” ( Body Music ) .

“Der Mussolini” fue el primer single extraído del álbum, se convirtió en uno de los grandes éxitos del año, y con el tiempo ha terminado convirtiéndose tal vez en el tema más recordado y pinchado del grupo. El ritmo implacable que surge de los sintetizadores mantiene una tensión brutal que choca en su visceralidad con el tono frívolo y abiertamente provocador de la letra: los versos “Levántate / Sacude tus caderas / Da palmas / Baila el Mussolini / Baila el Adolf Hitler / Mueve tu culo / Baila el Jesucristo” escocían en 1981 aún más que hoy en día, si bien el propio cantante se reconocía más interesado en la simple fonética de las palabras que en dotar de significado profundo a su música. Provocación gratuita, entonces.

Emparentado para la posteridad con esa “Der Räuber und der Prinz“ que le acompañaba como asombrosa cara-B cuando fue lanzado como sencillo, la canción titular puede entenderse como el anverso alucinado y poseído por los ritmos de baile, frente a la inquietante oscuridad de la segunda. “Der Mussolini” forma parte para siempre de la historia conocida de la música electrónica, y se ha erigido como un referente mil veces imitado y pocas veces igualado, en cuanto a su explosiva capacidad para mezclar ironía, sexo y poder. Más punk que el propio punk, tan pop como el mismo pop: frenesí electrónico para el intercambio de fluidos; tormento y éxtasis en el cuarto oscuro.