No eran latinoamericanos aunque hay quien sostiene que la señorita del combo fue esposa de Tito Puente. Eran belgas y su soul afrocubano era impresionante. Músicos de estudio empeñados en superar en ritmo, velocidad y feeling a los maestros del género. Su acento raro cuando cantaban en español era muy gracioso. La línea percusiva dejaba a cualquiera boquiabierto (a su lado Combustible Edison, Pink Martini y similares quedarían de témpano Kraftwerk). Aquí hay rumbas y cha cha chás enloquecidos. Es un disco difícil de conseguir, además. La pena es su estado: cara A rayada (se atasca o salta) y la cara B algo mejor. Pero el ruido entre leve y moderado se mantiene durante los cuatro magníficos cortes. Al menos, reluce su portada, tan cool como de costumbre.Tengo una debilidad, señores. Y se llama LOS CHAKACHAS.