El gran éxito de este "bello sin alma" en España (no tuvo otro) calaria mucho en nombres temibles de nuestra musica ¿pop? en estos últimos 25 años como Alejandro Sanz, por ejemplo (Señora mía). La hijoputez latina de Sandro ya no sonroja ni a los bienquistos de corazón aunque se metiera en esos jardines sentimentales de manera tan farragosa e insolente. Conformémonos con recordar su single "prohibido" en un vinilo en buen estado que contrasta con esa portada sucia como el jardín que alardeó mancillar con cara de niñato bueno.