Armado con un brazo biónico al que puede acoplar cualquier arma y con una poderosa mandíbula capaz de destrozar casi todo tipo de materiales, el antaño Kronis sirve a Skeletor a cambio de mantenerse vivo. Así, paga un intento de traición del que salió mal parado. Pese a ser uno de los Guerreros Diabólicos más reconocibles y temidos, su lealtad a Skeletor es solo cuestión de conveniencia.