Antigua cámara Kodak Autographic No.3 Mod. H de fuelle rojo. USA, c. 1916
Esta Kodak Eastman Autographic No.3 Model H, de fuelle rojo, edición de lujo, fabricada entre 1916 y 1917 en Rochester (Nueva York, USA), fue una de las cámaras más avanzadas de la era bélica de la 1ª GM, y representa un punto culminante en la evolución de la fotografía portátil. Este modelo fue diseñado para usar película Autographic 118, que producía negativos de 3¼ × 4¼ pulgadas (8,3 × 10,8 cm), ideales para retratos y paisajes en formato medio. La característica que la distingue es la presencia de una ventanilla autográfica trasera, acompañada por un estilete metálico original, perfectamente conservado en su alojamiento, que permitía escribir notas o fechas directamente sobre la emulsión del negativo.
Este ejemplar destaca de inmediato por su precioso fuelle de cuero rojo, un acabado reservado para las versiones especiales o de exportación de lujo, fabricadas en cantidades muy limitadas, apenas un 5%. Este detalle la sitúa entre las piezas más buscadas por coleccionistas internacionales, ya que la gran mayoría de cámaras Model H conservadas presentan fuelles negros.
Equipada con un objetivo Kodak Ball Bearing Kodamatic, patentado en 1909 y perfeccionado en 1914, ofrece una combinación excepcional de precisión mecánica y durabilidad. El sistema de obturación incluye tiempos de exposición desde Bulb hasta 1/100 s, con ajustes claros y fiables. El diafragma variable permite controlar la profundidad de campo mediante un anillo frontal graduado de f/8 a f/45. Este conjunto, junto con el sistema de enfoque por cremallera en el carril frontal, garantizaba una nitidez superior, capaz de rivalizar con las cámaras de placas de estudio del mismo periodo.
El cuerpo, revestido de cuero negro gofrado, conserva todo su atractivo original. Los herrajes de níquel muestran un brillo uniforme y las palancas y resortes se mueven con suavidad. El obturador funciona perfectamente a diferentes velocidades y el fuelle está sólido, sin filtraciones de luz ni grietas. En su parte trasera, la inscripción “USE AUTOGRAPHIC FILM NO.A-118” confirma la correspondencia exacta con el formato de película y la autenticidad del conjunto. Está completa, con su rodillo de bobinado.
Pocas cámaras ilustran con tanta claridad la ambición de George Eastman por democratizar la fotografía sin renunciar al refinamiento técnico. La Model H combinaba elegancia, portabilidad y una mecánica tan precisa que fue adoptada por exploradores y fotógrafos de campo en una época en la que cada toma exigía destreza y paciencia.
Por su rareza, su excelente estado funcional y el detalle de su fuelle rojo original, esta cámara es hoy una pieza de colección de alto nivel, digna de formar parte de una vitrina dedicada a la historia de Kodak o de la fotografía de principios del siglo XX. Su belleza formal, unida al equilibrio entre innovación y artesanía, la convierten en una pieza muy decorativa, capaz de atraer tanto al coleccionista técnico como al amante del diseño clásico.
Esta es una oportunidad excepcional para poseer una pieza histórica de Kodak, en un estado de conservación fuera de lo común. Difícilmente volverá a encontrarse un ejemplar tan completo, con su fuelle rojo original y el estilete autográfico intacto. Perfecta para destacar en una colección selecta o como pieza central en una vitrina dedicada a la historia de la fotografía.
Medidas: 19,5 × 11,5 cm (7,68 × 4,53 in).
Historia de la Kodak Autographic No.3 Modelo H
La serie Kodak Autographic fue introducida en 1914 y transformó la fotografía de aficionados y viajeros. El sistema autográfico, patentado por Henry J. Gaisman, permitía anotar información directamente en el negativo a través de una pequeña tapa trasera. Esta innovación, sencilla pero brillante, fue adoptada de inmediato por Eastman Kodak, que lanzó toda una familia de cámaras con esta funcionalidad, desde los modelos 1A y 2A hasta los más grandes 3A y 3 Model H.
El Model H apareció en el catálogo de 1916 como una versión mejorada, más compacta y robusta, adaptada a la película 118. Incorporaba el obturador Kodak Ball Bearing, considerado uno de los más fiables de su tiempo, y ofrecía una experiencia fotográfica de gran precisión para un formato aún portátil. En muchos sentidos, fue la transición entre las cámaras de fuelle artesanales del siglo XIX y la fotografía moderna automatizada de los años veinte.
Durante la Primera Guerra Mundial, Kodak promovió estos modelos como cámaras ideales para viajeros, exploradores y corresponsales. Su formato generoso y su ligereza las convirtieron en aliadas del fotoperiodismo temprano. Con el tiempo, las cámaras Autographic se convirtieron en símbolos del ingenio estadounidense y del diseño industrial aplicado a la fotografía.
Hoy, los ejemplares con fuelle rojo original son especialmente codiciados. Fueron producidos en cantidades reducidas para mercados selectos, y su conservación en perfecto estado, con estilete original, es extraordinariamente rara. La Kodak Autographic No.3 Model H representa, así, uno de los capítulos más bellos y técnicos en la historia de la casa Eastman Kodak.