Libro editado por Hachette/CL en 1999. 30 x 22 cms.
Como de costumbre es un día apacible cuando llega a la aldea gala Filatelix, el cartero. Obélix le pregunta si se pueden enviar menhires por correo, a lo que este le responde que sí, siempre que sean certificados para que no se pierdan en el reparto. En la correspondencia trae una carta desde Lutecia (París) para el jefe Abraracurcix. La carta es de su hermano Oceanonix que le informa que su hijo Gudurix, un joven quinceañero, viaja de vacaciones a la aldea y le solicita que lo haga hombre, ya que la vida de ciudad lo tiene muy blando.