Buffalo Bill, 2: Los cazadores de fósiles / Mundi-Comics - Vértice, 1981

William Frederick Cody, famoso personaje histórico del Far West popularmente conocido como Buffalo Bill, nació en 1846 en el por entonces Territorio de Iowa. Fue soldado de la Unión (7º Regimiento de Caballería de Voluntarios de Kansas) durante la Guerra de Secesión y explorador del ejército de los Estados Unidos, siendo ascendido a jefe de exploradores y condecorado con la Medalla de Honor del Congreso cuando desempeñaba tareas de explorador con el 3º de Caballería en las Guerras Indias. Trabajó también como explorador y cazador de bisontes para la compañía Kansas Pacific Railroad y fue un célebre showman, realizando en 1896 una gira europea de su espectáculo, que recreaba escenas de la conquista del Salvaje Oeste americano.

La serie en cómic de Buffalo Bill que Ediciones Vértice publicó en 10 números dentro de su línea Mundi-Comics se compuso de materiales del sello alemán Bastei con copyright de la compañía sueca Semic Press, de Sundbyberg, dibujados por el español Rafael Méndez (Ortigueira, Lugo, 1938), con guiones del sueco Leif Bergendorff y de los británicos Norman Worker (bajo el seudónimo de John Bull) y Donne Avenell.

Cada número contenía una historia completa autoconclusiva y la primera o segunda parte (según el caso) de otra historia.

BUFFALO BILL, Nº 2

Música de revólveres (2ª parte)

Continúan las peripecias del coronel William «Buffalo Bill» Cody durante la «misión especial» de transportar un piano de cola que el general William Sherman había comprado en Kansas City para que su caprichosa sobrina Esmeralda, que pasaba unos días en Fort Kearney, se distrajera tocándolo en lugar de provocando peleas entre la guarnición del fuerte.

Tras salir de Kansas City, el destacamento de Buffalo Bill había tenido que enfrentarse con una banda de forajidos que pensó que los soldados transportaban lingotes de oro…

A la noche siguiente, el destacamento se detuvo para descansar los caballos en un pequeño pueblo de la frontera de Nebraska, donde Buffalo Bill y sus hombres tendrían otro altercado con los clientes del saloon Golden Dollar, a causa del plan urdido por la celosa mestiza squaw Pájaro Azul para deshacerse del piano de Esmeralda...

Pero las dificultades del viaje no iban a terminar ahí, ya que, a la mañana siguiente, el destacamento de Buffalo Bill fue avistado desde unas colinas por unos guerreros indios que corrieron a avisar a su belicoso y renegado caudillo Mano de Cuero, que pensó que, con las caballeras de los soldados en su cinto, podría exigir el mando de su tribu para conducir a su pueblo Pawnee a una nueva guerra contra el hombre blanco…

Los cazadores de fósiles

Los sioux lo llamaban el Valle de los Huesos…

Cuando Buffalo Bill guió a un grupo de paleontólogos de Washington a la profunda garganta en la frontera de Dakota del Sur para excavar los esqueletos de los monstruosos animales prehistóricos que habían dado su nombre al lugar, los antiguos miedos y supersticiones de los indios se reavivaron como llamas al viento…