El Dinosaurio Diabólico, 3: ¡Viaje al centro de las hormigas! (Jack Kirby) - Vértice, 11/1980

Tras su paso por la DC Comics a principios de los años 70, Jack Kirby, el Rey del Cómic, regresaba a Marvel, la empresa que había ayudado a crear años antes, para verter un nuevo torrente de imaginación en la Casa de las Ideas. Colecciones como The Eternals, Black Panther, Machine Man y Captain America, saldrían de sus lápices para enriquecer el Universo Marvel con una oleada de conceptos extraños y fantásticos. Y entre estas colecciones hubo un título que probablemente superaría a todos los demás en la rareza de su planteamiento y lo llamativo de su imagen: Devil Dinosaur, el Dinosaurio Diablo (Dinosaurio Diabólico en España) y su compañero el protohombre Moon-Boy (Chico Luna).

Originario del planeta Tierra-78411 o Mundo Dinosaurio, una versión de la Tierra en un universo paralelo donde los dinosaurios coexisten con tribus de homínidos primitivos, este reptil alienígena, parecido al Tyrannosaurus rex del periodo Cretácico terrestre pero de color rojo, es un mutante entre su propia especie, estando dotado de una gran inteligencia, una enorme fuerza y una capacidad para tolerar y recuperarse de las heridas que excede en mucho a la del resto de sus congéneres o a la de cualquier tiranosaurio que viviera en la Tierra.

Entre septiembre y diciembre de 1980, Ediciones Vértice publicó cuatro números de la colección El Dinosaurio Diabólico, abarcando desde los números 1 a 8 de la serie original estadounidense.

EL DINOSAURIO DIABÓLICO, Nº 3

¡Viaje al centro de las hormigas!

En el prehistórico y volcánico Valle de la Llama, unos alienígenas que las tribus del valle denominan los Demonios del Cielo han devastado el territorio y sometido a todo tipo de vida a su destructor poder galáctico. Para derrotar a los invasores, el dinosaurio rojo conocido como Bestia Diablo debe usar una fuerza más aterrorizante que la suya: el poder de los llamados «enjambres» (colonias de hormigas carnívoras gigantes)…

El Chico Luna, del Pueblo Pequeño, ha sido capturado por los Demonios de Cielo al objeto de estudiar más a fondo su inteligencia y el potencial futuro de su especie, pues la intención de los alienígenas es someter a los homínidos a un programa de extinción, consistente en esterilizarlos o eliminarlos a fin de evitar que algún día puedan disputarles el dominio del planeta conquistado.

Sin embargo, en las inmediaciones de la nave espacial de los alienígenas, el Dinosaurio Diabólico, protector del Chico Luna, ronda el área con sus nuevos aliados del Pueblo de la Colina: el anciano Cabello Blanco y el hosco Mano de Piedra.

Consciente de que la única posibilidad de derrotar a los poderosos extraterrestres es enfrentarlos a la furia devastadora de los enjambres de hormigas gigantes, el inteligente Dinosaurio Diabólico los atrae hacia la Torre de la Muerte, el descomunal hormiguero compuesto de infinidad de cuevas y laberínticas galerías, o, como dramáticamente expresa Mano de Piedra: «hacia donde el peligro acecha, hacia donde la muerte ha arrebatado a los vivos fuera de sus pieles»…

¡Eev!

En el nido de los enjambres de hormigas carnívoras gigantes conocido como la Torre de la Muerte, se oye a menudo el grito de algún indefenso intruso… Pero esta vez la voz es femenina... y fuerte y desafiante.

Recuperado el noble Dinosario Diabólico tras haber salvado al Valle de la Llama de los invasores extraterrestres conocidos como los Demonios del Cielo, sus aliados Cabello Blanco y Mano de Piedra, que se encuentran con él en las ruinas de la Torre de la Muerte devastada por los alienígenas, escuchan el grito femenino y acuden al lugar de donde procede, observando a una brava mujer dispuesta a enfrentarse a varias hormigas gigantes que la han acorralado.

Finalmente, la intervención del Dinosaurio Diabólico dispersa a las hormigas, y la hembra homínida, llamada Eev, dice pertenecer al Pueblo del Bosque y explica que los Demonios del Cielo mataron a su familia y que por hambre fue en busca de comida de los enjambres.

Mientras comen una sustancia dulzona que las hormigas almacenan, observan a los enjambres avanzar como un río de muerte hacia la nave espacial de los alienígenas, haciendo que el ansia de venganza aflore con renovada furia en el corazón del Dinosaurio Diabólico. Los que le robaron a su amigo el Chico Luna y devastaron sus dominios, pronto serán destruidos…

Mientras, sin percatarse aún de la horda de hormigas gigantes que se les viene encima, dentro de la astronave los alienígenas obtienen las conclusiones de las pruebas preliminares realizadas al Chico Luna, y cuando se disponen a llevarle a la cámara de vivisección, son atacados por una fuerza exterior.

Fuera, las hormigas gigantes cubren la nave galáctica, atascan sus mecanismos y causan numerosas explosiones… En ese momento, el Chico Luna despierta de su inconsciencia y ve que es el único superviviente del colapso que se ha producido en la cámara en que se encuentra, por lo que al ver a sus captores muertos a su alrededor, entiende que es su oportunidad para escapar…

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