Mucha sangre fue derramada en las arenas de los desiertos de Oriente durante aquella Edad Media legendaria. Sangre de los cristianos que fueron a recuperar el Santo Sepulcro en nombre de las cruzadas. Sangre de los musulmanes llamados por la Yihad. Dos palabras, dos pueblos, dos caras de la misma moneda. Magníficos Dufaus y Xavier en una obra grandiosa