El cincuenta aniversario de la desaparicion de Arnold Schonberg brinda una nueva ocasion para el reconocimiento de un legado irrefutable y de una figura imprescindible para la historia de la musica. Una realidad que adquiere especial resonancia si consideEl cincuenta aniversario de la desaparicion de Arnold Schonberg brinda una nueva ocasion para el reconocimiento de un legado irrefutable y de una figura imprescindible para la historia de la musica. Una realidad que adquiere especial resonancia si consideramos que el significado de su obra necesito de la defensa constante del propio compositor y de una lenta maduracion, a partir de la decada de los cincuenta, del significado de su obra y del reconocimiento al personaje en todas sus facetas. Nacido en la Viena de fin de siglo y fallecido en Estados Unidos a principio de los años 50, su figura se enmarca en la turbulencia de una historia contemporanea señalada dramaticamente por dos guerras mundiales y las consecuencias de un mundo moderno cuestionado en sus logros cientificos y culturales por los terribles acontecimientos de la persecucion y el exilio, unido muchas veces todo ello a la frustracion experimentada por la incapacidad de respuestas morales a la altura de la propia modernidad.