El 6 de noviembre de 1989, pocos dias antes de ser asesinado, Ignacio Ellacuria declaraba: Esta civilizacion esta gravemente enferma, y para evitar un desenlace fatidico y fatal es necesario intentar cambiarla. Y precisaba el sentido radical de este cambio necesario: Solo utopica y esperanzadamente uno puede creer y tener animos para intentar con todos los pobres y oprimidos del mundo revertir la historia, subvertirla y lanzarla en otra direccion. Al sueño de cruel inhumanidad del que sigue sin despertar nuestra civilizacion del capital y la riqueza estas palabras contraponen la esperanza desmesurada depositada en la civilizacion de la pobreza.En este libro, coleccion de pequeños ensayos utopico-profeticos, Jon Sobrino busca romper la logica de la civilizacion de la riqueza poniendo la salvacion en relacion con los pobres: extra pauperes nulla salus, fuera de los pobres no hay salvacion. Formula desafiante, sin dejar de ser modesta, pues no dice que con los pobres haya automaticamente salvacion, sino que sin ellos no la hay. Formula vigorosa, cuyo desarrollo y justificacion requieren, sin embargo, mucho espiritu de fineza para que con el razonamiento converjan sabiduria, reflexiones, testimonios, experiencias. Asi, la opcion por los pobres y la urgencia de humanizar la humanidad (Pedro Casaldaliga) no solo son contempladas historicamente, sino desde el trasfondo teologico de dos realidades que expresan la esperanza de la fe cristiana: