En 1911 asisti con Picabia y Apollinaire en el Teatro Antoine a la representaciUn de Impressions diAfrique de Raymond Roussel. !Fue formidable! En escena habia un maniqui y una serpiente que se movian muy poco, todo muy loco, muy insUlito. No recuerdo mucho el texto. Lo que mas me sorprendiU fue el espectaculo en si. Despues lei el texto y asocie las dos cosas [...]. Ese hombre fue un revolucionario, al nivel de un Rimbaud. RompiU con todo.