En primera persona. Relatos. Si para vengarse de la casera que los insulta en una casa de vecinos, estos quieren usar un magnetofon con el que grabarla, lo que se nos recuerda, por encima de la peripecia emocional de convertirse en adulto, es que la posguerra se prolongo mas alla de lo que apuntan los libros de historia. Comienzan los viajes lowcost: si una pareja puede hacer un romantico viaje a Paris, la mujer mas hermosa del mundo, Helena, tambien llegara a la ciudad del amor, pero como inmigrante ilegal ejercera de puta. Batallas que se libran y se pierden en la enfermedad. Ataques de melancolia, reivindicacion de la diversion a traves de las propias chifladuras, de la gracia de las mentiras que nos enriquecen. Si la version oficial de los ochenta del siglo XX es la movida, en el extrarradio los chavales tienen sus esperanzas disecadas y lo que los domina es el hastio, el miedo y un destino que parece escrito para ellos. Para escapar, el impulso de echar a andar y no volver atras nunca, pero el mundo es esferico: acabaremos alli de donde salimos. En tercera persona. Una novela. La historia de Adan contada por el autor de este libro, a partir de las conversaciones que ambos mantuvieron a lo largo de mas de dos decadas. Un heroe de los suburbios, especie de Ulises sin Penelope, sostenido siempre por su curiosidad y una alegre desesperanza, que cuestiona con su actitud la ferocidad y el cinismo que el capitalismo alimenta en las clases medias y en los pobres la ignorancia.