Breve pero demoledora novela sobre la agonía de un funcionario ruso que, al enfrentarse a la muerte, comprende el vacío de su existencia. Tolstói disecciona con crudeza la hipocresía social, la banalidad del éxito y la búsqueda desesperada de sentido. Una obra de introspección implacable, donde el dolor físico es solo la antesala del sufrimiento moral. Genial en su simplicidad.