Susan Sontag ha considerado su propia obra como literatura polifonica, definicion especialmente acertada para este serie de relatos a varias voces que se suman, contradicen y complementan fascinando siempre al lector. Aunque fueron escritos a lo largo de diez años comparten una atmosfera comun de opresion y constituyen una fuga en la que victimas y victimarios intercambian constantemente su lugar.