El detective Adam Dalgliesh, de vacaciones en la costa de Suffolk, investiga la muerte del escritor Maurice Seton, quien es encontrado con las manos cortadas en una barca y, según la policía local, su muerte se atribuye a causas naturales. Sin embargo, Dalgliesh sospecha de un homicidio, lo que se confirma cuando el hermanastro del escritor, el único heredero, también aparece muerto.