EN CATALÀ. A los catorce años, a menudo los muchachos demasiado guapos parecen chicas. Armin era uno de nuestros casos. La finura del cutis, la piel suave los cabellos largos y sedosos, la actitud y los ademanes respondían más a una jovencita delicada que a un adolescente. Por eso su tía, lady Tina, una mujer de carácter fogoso y partidaria de hablar claro, decidió que Armin, pese a conservar sus atributos masculinos, se convertiría en una chica. Así pues, con la ayuda de la viciosa Lisette, su doncella, y del incansable John-John, se puso manos a la obra.