Está resuelto. El niño está a tu cargo. Lo entrenarás para pelear. Debe poder utilizar la daga, el cuchillo arrojadizo, los bastones y sus propias manos. Un día, el joven Marcus bien podría convertirse en gladiador en la arena. Pero también debes enseñarle las costumbres de la calle. Ahora miembro del palacio de Julio César, la formación de Marco continúa en la ciudad de Roma. Las calles de la ciudad están plagadas de feroces ataques de pandillas, y César debe contratar a su propio líder de pandilla, quien se entera de un complot para asesinarlo. Sólo Marcus puede actuar encubierto. Pero está en terrible peligro. Si la banda rival lo descubre el precio será fatal. Julio César no es la única vida en riesgo.