Inspirado por el espíritu de la obra de George Sand, Verdagüer presenta un retrato nostálgico y romántico de la isla balear. A través de descripciones líricas, personajes excéntricos y atmósferas cálidas, la novela celebra la belleza natural y cultural de Mallorca. Es también una reflexión sobre el viaje como forma de redención y descubrimiento. Estilo elegante, evocador y mediterráneo.