Un detective anónimo, recién salido del manicomio, es reclutado para investigar una desaparición en un internado religioso. Así arranca una parodia delirante de la novela negra, escrita con un humor corrosivo y un lenguaje desternillante. Mendoza mezcla sátira social, intriga absurda y personajes disparatados en un relato que se ha convertido en clásico. Risa inteligente garantizada.