Los cuentos de esta antología tienen como elemento en común el que, en todos ellos, el cuerpo humano es objeto de extrañas metamorfosis que constituyen la base misma de la trama. El agente transformador puede ser una fórmula química, la ayuda de seres extraterrestres, la hipnosis, los poderes no desarrollados de la mente o un pacto con las fuerzas del mal. Pero, en todos los casos, el resultado es una ciencia-ficción introspectiva, muy humana y con los pies en la tierra, puesto que pasa por el cuerpo. Es decir, ciencia-ficción para adultos y buena literatura.
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