Despues de setecientos años de vida Marguerite Argeneau tiene por fin un empleo. Bueno o al menos el comienzo de una carrera profesional. Está aprendiendo a ser detective privado y su primer encargo es encontrar a la madre de un inmortal. En principio no parece un caso muy complicado hasta que observa con horror cómo una oscura figura se cierne sobre su cama.
1. Edición.