La evolución de la vanguardia había sembrado un notable desconcierto al romper con las pautas tradicionales de lo artístico. , el desconcierto no solo seguía presente, había aumentado. En la actualidad, la pregunta sigue latiendo con toda su fuerza. El autor no pretende contestarla directamente, y así lo dice en las primeras páginas, sino a partir de las manifestaciones artísticas, de sus características, la condición del artista, tambien la del receptor y la del crítico.