Concebido como un gran poema-libro, El ciervo ocupa un lugar singular dentro de la obra de León Felipe, tanto por la amplitud formal como por la extraordinaria reunión de artistas que lo acompañan. Publicado en México en 1958 por Editorial Grijalbo, esta primera edición constituye uno de los hitos gráficos y literarios del exilio español en América. Su carácter híbrido —poesía, libro de arte, testimonio biográfico y homenaje colectivo— lo convierte en una pieza buscada por bibliófilos, investigadores y estudiosos del arte latinoamericano del siglo XX.
Las casi ciento treinta páginas del volumen incluyen ilustraciones, dibujos y grabados de figuras esenciales del muralismo y del arte moderno mexicano y europeo: David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, José Chávez Morado, Vlady, Remedios Varo, Leonora Carrington, Carlos Orozco Romero, Aurora Reyes, Michelle Stuart, Antonio Rodríguez Luna, Vicente Rojo y muchos otros. Nunca antes ni después Felipe reunió un elenco tan amplio y tan influyente para acompañar su palabra poética.
El ejemplar conserva además recortes periodísticos de época sobre la muerte del autor, lo que suma un valor documental adicional para estudiosos de la recepción crítica del poeta en Argentina y México. El diseño tipográfico, a cargo de Blas Muñoz Galache, es sobrio y elegante; el papel, característico de las ediciones mexicanas de posguerra, muestra el tono marfil original con el paso del tiempo. El ejemplar presenta señales de uso compatibles con su edad: leve oscurecimiento en los bordes, desgaste en el lomo y cintas antiguas en puntas, sin afectar la legibilidad ni la estructura.
Como objeto cultural, esta primera edición de El ciervo sintetiza la voz inconfundible de León Felipe en su madurez creativa: una poesía de aliento bíblico, cargada de simbolismo, exilio, errancia y búsqueda espiritual. Al mismo tiempo, constituye uno de los libros más ricos en colaboraciones artísticas dentro de la producción editorial del exilio republicano en México.