Romancero, traducción al francés y notas de José Manuel Losada Goya, presentación de José Manuel Losada Goya y André Labertit, París, Imprimerie Nationale, “La Salamandre”, 2003, 360 p. ISBN: 2-7433-0255-0.
Colección de textos líricos y épicos generalmente anónimos, el Romancero reconstruye el destino de la nación española a lo largo de su historia (las vicisitudes de la invasión musulmana, la réplica cristiana bajo la bandera del Cid), su leyenda (la batalla de los nobles españoles contra el paladín Roland) y su poesía (versos encantadores que entona una joven campesina a la orilla de un río). El Romancero ha sufrido los vaivenes de la fama: ha sido considerado a lo largo de los siglos unas veces como una lección de historia nacional y otras como el recipiente o el crisol de los sentimientos de un pueblo. De ahí que se aprendiera y se transmitiera de memoria. Tuvo su apogeo en el siglo XVI y luego comenzó un descenso gradual hacia las aguas del Leteo. Fue restablecido en el siglo XVII, reclamado por los grandes escritores del Siglo de Oro como Cervantes, Lope y Calderón. Expulsados de la esfera literaria escrita en el siglo XVIII, los romances esperaron pacientemente su rehabilitación, que llegó de manos de los románticos alemanes (Friedrich Schlegel, Grimm, Goethe) e ingleses (Scott, Byron), seguidos por Francia, especialmente bajo el patrocinio Víctor Hugo, admirador incondicional de esta "extraña Ilíada que no tiene Homero".