DAVID COOPER. LA GRAMATICA DE LA VIDA . Ariel, 1978

 Colección 'Ariel quincenal' Nº 129

18 cm.

180 pág

Encuadernación en tapa blanda de editorial ilustrada

Traducción de Iris Menéndez

Cooper, David 1931-1986.

Jamás escribiría un libro que intentara proporcionar soluciones, sino sólo apuntar a una gramática o posible serie de gramáticas, de tal naturaleza, que las reglas invitaran al lector a quebrarlas con miras a formar progresivamente estructuras de experiencia liberadas.

Las gramáticas de la vida se refieren a los modos de estructuración del riesgo, con plena lucidez, en cada situación de la vida. El riesgo consiste en asumir la responsabilidad.

Propósitos de esta obra:

-Eliminar el inconsciente y todas las nociones del yo. Somos responsables de nuestros actos inconscientes.

-Sustituir la represión por “vida revivida” en el volver atrás.

-Llamo respuestas a la básica necesidad humana de tener un testigo.

-El adentro es el afuera, vinculados a la introyección-proyección.

Intento destruir el lenguaje alienado usándolo contra sí mismo. Creo que el sexo fue inventado para destruir el amor sexual, y la comunicación para destruir la comunión.

La estrategia está en usar lo que nos destruye para destruir lo que nos destruye y liberar zonas específicas de esperanza ¿no será mejor decir entusiasmo?.

Entiendo que la política tiene que ver con el despliegue del poder en o entre entidades sociales y señalo una diferencia “borrable” entre el estado social humano y otros estados. Porque todos los estados forman parte de un ser y lo que está más allá del ser humano está más allá de todo ese Un Ser, y del salto transcendente de lo que está más allá del Dios del que nos han hablado.

La dicotomía observador-observado es absoluta en la historia de las ciencias naturales.

En las ciencias físicas y humanas la modificación del observador por la observación es universal al reconocer que el instrumento de conocimiento de lo observado es nada menos que la modificación específica del observador por la observación. Como todo puede ser observado (también los observadores) no dejará de haber una plenitud íntima del ser de toda la naturaleza. También hay que considerar lo político dentro de lo mundano.

           Si falla el principio del desorden,

el significante aborrecimiento del orden,

ninguna disciplina liberadora puede ver

o ser la luz de un nuevo día.

Propongo libros como diálogos en los que lo que acontece en ellos se transforme en una creación conjunta de todos nosotros.

El efecto de transformaciones del espacio físico y existencial puede ser muy vasto.

Por espacio existencial me refiero a un espacio que no puede ser medido objetivamente y que se define por la naturaleza de la presencia de cada persona que se encuentra físicamente aquí: de manera que en un momento una persona puede ocupar un espacio existencial cero presentándose como ausencia y, en otro momento, puede ocupar casi todo el lugar mediante una ocupación imponente de la interacción que se produce entre nosotros.

Las experiencias surgen del compromiso en la comprensión de uno mismo y de los otros y, también, mediante el rápido desarrollo de una especie de epilepsia (epilepsia en griego quiere decir aferrar), una ponderación instantánea de la simple verdad de una complejidad humana presente (presentada).