Novela juvenil escrita en catalán.
Verano de 1936. En un pueblecito del interior de Cataluña, donde las notícias llegan tarde, por medio de la radio del bar o a través de la gente de la ciudad. Para el grupo de amigos de Joan, la guerra empieza un día caluroso de verano cuando, mientras juegan a pelota en la plaza del pueblo, aparece un coche de donde bajan unos hombres armados que buscan al sacerdote Miquel. Los chicos son testigos de como se llevan al sacerdote y el hecho conmueve a todo el pueblo.