Una obra que influyó mucho a nuestros escritores e intelectuales en los sesenta pero que ha perdido con el tiempo buena parte de su efecto revulsivo (por el mero hecho de que Eco en la ricachona Milán o la Sontag en la snobista Nueva York, no fueron originales en sus postulados eclécticos, aunque lo pareciesen y porque su progresía desenmascaró con el devenir de las modas su misma liviandad). Con todo, hay mucho aprovechable dentro de la densidad formal con la que se planteó el tema de la (sub)cultura pop y la sociedad de consumo. Si hubiera nueva ampliación de este original de 1965 casi todos seríamos lectores Apocagrados e integralipticos. The times are changing?..Echale la culpa a la posmodernidad y sus primeros popes.