Escribo contra el uso ignorante de nuestro idioma: el de quienes se arriman al anglicismo del teletipo, desconociendo que su idioma dice eso mismo de otro modo, contra los que desalojan el significado castellano para hacer decir a los vocablos lo que no dicen; y ¿por qué este pequeñísimo combate mensual contra la ignorancia y la necedad idiomática? Sólo porque el español pertenece a muchos millones de seres que no son españoles; porque es nuestro patrimonio común más consistente; y porque, si se nos rompe, todos quedaremos rotos y sin la fuerza que algún día podemos tener juntos.