Encuadernación en tapa blanda, 18x11 cms, 235 pags
Muy bue estado. Limpio, sin subrayados
"El materialismo —escribe el autor— es la fuerza filosófica que ha impelido algunas revoluciones científicas tales como la física atómica y nuclear, la biología evolucionista, la teoría química de la herencia, el estudio científico del origen de la vida, la fisiología de la mente y los avances más recientes de la paleoantropología y la historiografía. Lejos de alejarse del materialismo, la ciencia se está tornando cada vez más materialista en forma explícita. Lo está haciendo no sólo evitando el comercio con objetos inmateriales (fuerzas vitales, fantasmas, pensamientos desencarnados, fuerzas históricas supramateriales, etc.), sino también, y de hecho especialmente, estudiando entes materiales".
Mario Bunge (Florida, Buenos Aires, 1919) es uno de los filósofos de la ciencia más reconocidos del mundo. A los 19 años fundó la Universidad Obrera Argentina (UOA), que fue clausurada en 1943 por la dictadura militar. En la década de 1960 dio clases en las universidades de Texas, Temple, Delaware (EE UU) y Friburgo (Alemania) y finalmente se estableció en Canadá, donde ha sido profesor de la Universidad McGill de Montreal, Quebec, la más antigua del país. Autor de más de 50 libros, casi todos en inglés, ha recibido 19 doctorados honoris causa y el premio Príncipe de Asturias de Humanidades en 1982. Sus libros han sido traducidos a numerosas lenguas. Es el único autor de habla española que se encuentra entre los 300 científicos “más famosos de los últimos 200 años” (puesto 113), según la web The Science Hall of Fame.
"Mario Bunge es un filósofo muy completo, sistemático, universal; un filósofo clásico en este sentido, lo cual me parece admirable. Ahora hay una tendencia a que los filósofos se especialicen en un solo tema o, peor aún, que solo se dediquen a hacer juegos de palabras, completamente alejados del mundo y de la realidad, como si esta les importase un bledo. Celebro que Bunge no sea así, sino todo lo contrario. A él le interesa mucho el mundo, la sociedad, el cerebro, la física, los átomos, lo que quieras. Platón caracterizaba al filósofo como 'synoptikós' (el que tiene la visión de conjunto). En este mundo donde el trabajo está tan especializado, donde muchos saben cada vez más sobre cada vez menos, algunos pensadores, como Bertrand Russell y Mario Bunge, han conservado la curiosidad universal de la gran filosofía clásica, algo que comparto y aplaudo" (Jesus Mosterín, Jot Down)