Vuelta a la edición Mondadori de principios de los sesenta. Unos ensayos interesantisimos, proteicos y mordaces sobre autores como el afín Unamuno o Poe o Whitman. Papini era implacable y muy audaz, agudo el que más. De ateo furibundo a fervoroso católico (más Papinista que el Papa, si me permiten el horror) y sus problemas tuvo con la Iglesia que se topó. Estos retratos son literarios no teológicos y su valor permanece vigente.