Este libro de Ferdinando Rossi es un clásico tratado teórico-técnico e histórico sobre el arte del mosaico, concebido como una auténtica “pintura realizada con piedra”, según la célebre definición que da título a la obra. Durante décadas fue texto de referencia tanto para historiadores del arte como para artistas y restauradores.
Rossi presenta el mosaico como un lenguaje artístico autónomo, no subordinado a la pintura, con:
Defiende que el mosaico no es una simple “traducción” de un cuadro, sino una forma de expresión plástica con identidad propia.