Jueves para tipos duros.
Antonio Ayala Castejón.
El protagonista relata uno de los jueves más movidos de su vida. Un día que se inició con normalidad en la sede de su empresa, con la única cavilación de cómo quitarse de encima a una compañera pesadísima con la que tuvo un desliz en una cena de trabajo, y que ha resultado ser la hija de uno de los jefazos.
Pero todo se complicó cuando su compañero de ascensor se bajó en la última planta, se fue corriendo hasta la terraza y se arrojó al vacío. Él se quedó en la mano con el pendrive del desdichado, que resultó ser uno de los investigadores más destacados de la empresa. A partir de ahí, se van a precipitar los acontecimientos: va a descubrir que la compañía tiene unos sótanos muy secretos y que el pendrive que se quedó esconde claves de una trascendencia insospechada. Una intriga donde el único sentido que no se pierde es el del humor.