Rufino Sanz Peinado Cuando Dios gobierna de lejos

Rufino Sanz Peinado.Cuando Dios gobierna de lejos. 2019.Cada año, a mediados de octubre, mayorales, pastores, zagales, ovejas, mastines y caballerías caminarán durante un mes en busca de los pastos de las dehesas pacenses, y no regresarán a la aldea hasta bien entrado el mes de mayo, si es que el camino, el invierno o la enfermedad no han decidido cobrarse tributo en las personas o en los animales. Los pastores darán así cumplimiento a un contrato no escrito, transmitido de generación en generación, que estará vigente hasta que no sean capaces de dar un paso más, hasta que no les lleguen las manos a las corvas, hasta que se agarroten sus tendones, hasta que los dedos de sus manos no puedan cerrarse sobre las tijeras de esquilar. Sólo entonces pierde vigencia su firma intangible y desaparece la obligación de trashumar, siéndole permitido al pastor quedarse en casa a cavar el huerto, si es que aún puede empuñar la azada, o a sentarse al sol, si las energías se agotaron del todo. Entonces recordará y añorará las grandes caminatas porque era joven y podía andar erguido, porque soñaba con regresar cada mes de mayo a cortar la hoja de los chopos, a segar a dalle la hierba verde y con la hoz dentada la mies dorada, a jugar a los bolos, a yacer con su mujer, a ver cuánto habían crecido sus zagales en los largos meses de invierno...Y de no ser así es que la suerte fue negra y la tragedia se adelantó a la vejez del pastor, maltratándolo a él y a su familia más que el camino, las chasquizas, la zoruza, la cama sobre el duro suelo, las noches de lobos y miedos, y las entresacas de los mejores mozos para la guerra de Cuba, para las guerras de África o para la guerra en la propia España.