Seguramente que nadie ofreció al público un libro estando tan profundamente obligado como yo a otras personas y por eso he reflexionado mucho ante la oportunidad de expresar mi gratitud. Para ello debo retroceder en el tiempo a aquellos días en que acompañado de mi colega gráfico Mr. Harry A. Chase y de otros dos compañeros salíamos de América para reunir una información detallada y gráfica de las distintas fases de la lucha en pleno desarrollo entonces en toda la extensión desde el mar del Norte a los últimos confines de Arabia.