La gran historia naval la más gigantesca librada en el mundo no tuvo ninguna eficacia a causa de los secretos designios de Felipe II que no quería que Venecia reconquistase su antiguo poderío y su pasado esplendor. Los aliados en vez de aprovecharse del terror de los musulmanes y de la destrucción de su soberbia flota para correr a la reconquista de Chipre y a la liberación de Candía se enfrascaron en mezquinas rivalidades y se volvieron no obstante los esfuerzos desesperados de Sebastián Veniero sin haber intentado nada. La desgraciada República hallóse pues otra vez sola para pelear contra el turco.