Alberto Ríos decide esconderse en La Habana -bajo la impostura de un técnico extranjero-, donde gozará de una completa libertad y a ninguno de sus enemigos se le ocurrirá buscarlo. Lo acompaña un pasado infausto que debe ocultar a toda costa. Allí conoce a Bini, exitosa jinetera (prostituta en Cuba) quien, a su vez, es la amante de Aldo Bianchi, argentino radicado en Roma que comenzara una relación con ella, inicialmente, para obtener cierta información sobre aquel siniestro personaje, al que se debe su espeluznante historia.