Gerencia Nacional de Enseñanzas Intelectuales ha decidido coger por los cuernos el problema del fracaso escolar y así a partir de ahora las aulas de todos los institutos del país deberán contar en todo momento con veintidós estudiantes ni uno más ni uno menos. El alumnado sobrante será destinado obligatoriamente a los recién creados Institutos Remanentes. En uno de estos centros coincide un insólito grupo que lejos de asumir su papel de fracasados por decreto llegará a poner patas arriba a la mismísima Gerencia Nacional.