ESETÉ 14 | PROHIBIDO Nos multan, nos advierten, nos prohíben... Y siempre nos provocan ese impulso rebelde que nació con Adán y Eva: basta que nos digan que no debemos hacer algo, para que tengamos más ganas de hacerlo. Nos rodean y pretenden modificar y dirigir nuestra conducta. Hay quien dice que son necesarias y quien opina que habría que prohibirlas. Cambian con el tiempo pero nunca desaparecen puesto que están intrínsicamente unidas a la vida en sociedad. Queda prohibido no disfrutarlo.