En el estado que puede observarse, se trata de la espada probablemente de algún Embajador del Imperio francés, que ha perdurado hasta nuestros días con los componentes originales que se mantienen a duras penas por su buena realización. La hoja triangular está pavonada parcialmente en azul fuego con damasquinado de oro aún y cuando el óxido, no demasiado importante, la desluce, y el guardamonte está realizado en bronce ( está pintado encima con purpurina dorada ). Una verdadera e importante reliquia histórica para restaurar. Mide en total 94 cm.