Guillermina de los Países Bajos fue la reina de los Países Bajos desde la muerte de su padre, el rey Guillermo III, en 1890, hasta su abdicación, en 1948, cuando volvió a retomar el título de princesa de los Países Bajos. Su madre, la reina Emma, fue regente durante sus primeros ocho años de reinado, mientras que ella alcanzaba la mayoría de edad. Posteriormente, entre 1947 y 1948 su hija, la entonces princesa Juliana, fue regente.