Precioso jarrón con forma de calabaza gallonada, realizado en loza holandesa de Delft. Sellado.
Decorado a mano a base de flores y hojas en diversas tonalidades azules sobre fondo blanco.
Medidas: 23 cms. de alto x 14 cms. de ancho.
Su estado de conservación es bueno, aunque presenta un pequeño descantillado en la base, según puede apreciarse en las fotografías.
También se observa craquelé, aunque es algo completamente normal en la loza antigua.
Coste del envío a Península: 7 euros (certificado y asegurado). Para otros destinos, se ruega consultar.
La Europa del siglo XVI se sintió deslumbrada ante las primeras piezas de porcelana china importadas por los navegantes portugueses. Esta fascinación por aquellas exóticas y delicadas vasijas finamente coloreadas parece que fuera especialmente profunda en Holanda, donde en 1602 se funda la Compañía Holandesa de Indias, dedicada a la importación y venta de porcelana oriental. Como consecuencia de aquel desafío para competir con lo más exquisito, los ceramistas holandeses se aplicaron en mejorar sus técnicas, consiguiendo así producir la más fina y más bellamente decorada cerámica de Europa, hasta el punto de que el Alto Tribunal Holandés hizo público un decreto en 1648 para distinguir entre "faience" (el nombre francés de la cerámica adoptado en toda Europa) y la "nueva invención" de la porcelana. Mucho antes, en 1585, muchos alfareros de Amberes se vieron obligados a abandonar la ciudad huyendo de los conquistadores españoles, reagrupándose en Delft y, en su momento de apogeo, llegó a haber 33 fábricas en la ciudad. Los principales centros de producción holandeses a principios del siglo XVII eran los de Delft y Haarlem, pero sería en Delft donde se centralizarían los ceramistas de mayor calidad a partir de 1654. La cerámica de Delft es básicamente arcilla cocida, barnizada al estaño y decorada según la tradición europea enraizada en la cerámica hispanomorisca, pero a partir de principios del siglo XVII los ceramistas holandeses se esforzaron por conseguir una textura más fina y, sobre todo, unos métodos de ornamentación más cercanos a la magia de la porcelana china.