Cáliz complementado con patena de origen, elaborados en plata en su color y plata sobredorada.
Trabajo español del siglo XVI.
Base circular alzada y decorada con finos anillos lineales sobre la que nace directamente el gran jarrón de forma ovoide, el cual ocupa el tallo en casi su totalidad.
Este cáliz se caracteriza por sus líneas puras y sobrias, elementos característicos del renacimiento.
Emplea en su construcción una lámina de plata de un mínimo espesor, consiguiendo, sin embargo, que la estructura sea sólida y resistente.
Presenta acentuadas deformaciones en el labio de la copa.
Mide 23 cm de altura y pesa 307 gramos.
El diámetro de la copa es de 8,5 cm, mientras que el de la base es de 13,5 cm. Con este diámetro de la base se consigue mayor estabilidad.
No porta marcas identificativas de orfebre.
La patena, al igual que el cáliz, está realizada en una fina lámina de plata.
El anverso es dorado, mientras que el reverso combina el color de la plata con el dorado.
Leves señales de uso en el reverso.
Mide 12,2 cm de díametro. Pesa 55 gramos.